Racing Castrelos FC – SCD Milagrosa Jornada 31 Primera Futgal

Solidez defensiva y efectividad en ataque: El Racing Castrelos impone su ley ante la S.C.D. Milagrosa

El Racing Castrelos F.C. sumó tres puntos importantes en la jornada 31 del Grupo 6 de Primera FUTGAL tras imponerse por 2-0 a la S.C.D. Milagrosa en un partido donde el conjunto local mostró su mejor versión tanto en defensa como en ataque.

Como ya es habitual, el bloque defensivo del Racing Castrelos volvió a ser un auténtico muro. La línea formada por Sebastián Obregón bajo palos, Ethan Álvarez, Adrián Viéitez, Iván Carreja y Diego Sanromán funcionó a la perfección, neutralizando cualquier intento ofensivo de los visitantes. En especial cabe destacar la actuación de Ethan Álvarez, infatigable durante los 90 minutos, recorriendo kilómetros por su banda, realizando marcajes impecables a los delanteros rivales y sumándose al ataque con criterio cuando la situación lo requería.

En el centro del campo, la gran noticia fue el regreso de Iago Caamaño tras su lesión, que no solo anotó el segundo tanto que daba tranquilidad al equipo en el minuto 35, sino que además generó varias ocasiones claras que pudieron ampliar el marcador. Su presencia dio otro aire a la línea ofensiva local, complementándose a la perfección con el resto de centrocampistas.

Y en la punta de ataque, Martín «Tincho» Ubeira volvió a demostrar por qué es el referente ofensivo del equipo. El ‘9’ a la vieja usanza abrió el marcador en el minuto 18 con un remate de auténtico depredador del área y mantuvo en jaque a la defensa visitante durante todo el encuentro con su movilidad y capacidad para ganar duelos.

El partido también dejó dos debuts importantes para el conjunto local. En el minuto 84, el portero juvenil del Senior B, Javier Blanco, tuvo la oportunidad de debutar con el primer equipo sustituyendo a Sebastián Obregón, y lo hizo con dos paradas de mérito que salvaron al equipo en los minutos finales. También Ismael Barreira tuvo sus primeros minutos con el primer equipo, dejando buenas sensaciones en el tramo final del encuentro.

El ambiente deportivo continuó tras el pitido final, ya que ambos equipos compartieron una comida de hermandad en la cantina del Racing Castrelos, demostrando que la deportividad y el compañerismo están por encima de la rivalidad en el terreno de juego.